Bienvenidos de nuevo. En la entrada de hoy se continuará hablando sobre las relaciones de ayuda y, más concretamente sobre dos de sus componentes más importantes: la empatía y la escucha activa (que se incluye dentro de la primera), con el objetivo de tomar conciencia sobre el valor tan importante que tienen no sólo en el ámbito profesional del orientador sino también en la vida en general. Para ello, se explicarán dos ejercicios que se hicieron en clase que posibilitaron realizar una reflexión sobre este tema.
El primero de los ejercicios, consistió en contestar a un cuestionario para conocer la capacidad de escucha activa, la cuál se evaluaba a través de cuatro catergorías (que tienen una puntuación de cero a cinco): "escuchar sin interrumpir.. y menos sin contradecir", "escuchar prestando cien por cien de atención", "escuchar más allá de las palabras" y "escuchar incentivando al otro a profundizar". Señalar que, salvo en la primera categoría que obtuve una puntuación de cinco, en las demás saqué cuatro puntos, lo que me permitió ser consciente de que a pesar de que tengo un buen nivel de escucha activa aún tengo que seguir mejorando puesto que se trata de algo muy importante y necesario para poder interactuar con las personas que nos rodean y con las que compartimos momentos y situaciones tan diversos. Es, mediante esa escucha activa cómo podemos llegar a saber y conocer cómo es esa persona en realidad y qué es lo que necesita de nosotros para ayudarle a que su vida sea mejor de lo que ella piensa. Cuándo somos capaces de captar al otro en toda su esencia, es cuándo verdaderamente podemos ayudarle a cambiar aquello que quiere cambiar.
En relación a esto, el segundo ejercicio, da la oportunidad de poner en práctica tres respuestas que se pueden dar cuándo se está poniendo en práctica la escucha activa: reflejar (reformular y resumir lo que la otra persona nos ha contado), reformular (reflejar los sentimientos que la persona ha expresado o está intentado expresar) y resumir (exponer de una forma directa y empática lo que el otro ha estado diciendo). Para poder llevarlo a la práctica, se plantearon varias situaciones en las que había que pensar cuál era el sentimiento que expresa la persona cuándo decía esa frase y utilizar alguna de las respuestas de escucha activa para darle una contestación. Esta fuera una tarea difícil, puesto que no teníamos mucha información sobre el contexto y la situación por la que estaba pasando la persona y, además, algunas resultaban complejas de ser contestadas mediante alguna de las respuestas de este tipo de escucha.
Sin embargo, a pesar de la dificultad que entraña, ha permitido tener un primer contacto sobre la complejidad que tiene dar respuesta mediante la escucha activa. También, ha dado lugar a un escenario en el que me he sentido como una futura orientadora que tenía que guiar a esas personas en la búsqueda compartida de una solución a la problemática planteada. Esto, me ha dado la ocasión de reflexionar sobre la práctica que requiere esta técnica y que es muy útil para cualquier ámbito de la vida, ya que te permite acercarte al individuo que solicita tu ayuda, llegando incluso a sacar emociones que la persona tenía olvidadas y qué son la causa de su situación actual.
En este sentido, destaca la empatía, pues es la capacidad de decir lo que el otro es incapaz de expresar con palabras. Se trata, por tanto, de hacer a la persona consciente de lo que inconsciente, es decir, decir en voz alta aquellos sentimientos que verdaderamente le provocan esa situación y ayudarle a aceptarlos para que pueda seguir hacia delante, pues es en ese momento cuando la persona se acepta a sí misma y concibe que tiene un valor por sí misma.
Para finalizar esta entrada, se muestra a continuación un vídeo que corresponde a una escena de la película "Inside Out" donde se puede ver un ejemplo de la puesta en práctica de la escucha activa:
El primero de los ejercicios, consistió en contestar a un cuestionario para conocer la capacidad de escucha activa, la cuál se evaluaba a través de cuatro catergorías (que tienen una puntuación de cero a cinco): "escuchar sin interrumpir.. y menos sin contradecir", "escuchar prestando cien por cien de atención", "escuchar más allá de las palabras" y "escuchar incentivando al otro a profundizar". Señalar que, salvo en la primera categoría que obtuve una puntuación de cinco, en las demás saqué cuatro puntos, lo que me permitió ser consciente de que a pesar de que tengo un buen nivel de escucha activa aún tengo que seguir mejorando puesto que se trata de algo muy importante y necesario para poder interactuar con las personas que nos rodean y con las que compartimos momentos y situaciones tan diversos. Es, mediante esa escucha activa cómo podemos llegar a saber y conocer cómo es esa persona en realidad y qué es lo que necesita de nosotros para ayudarle a que su vida sea mejor de lo que ella piensa. Cuándo somos capaces de captar al otro en toda su esencia, es cuándo verdaderamente podemos ayudarle a cambiar aquello que quiere cambiar.
En relación a esto, el segundo ejercicio, da la oportunidad de poner en práctica tres respuestas que se pueden dar cuándo se está poniendo en práctica la escucha activa: reflejar (reformular y resumir lo que la otra persona nos ha contado), reformular (reflejar los sentimientos que la persona ha expresado o está intentado expresar) y resumir (exponer de una forma directa y empática lo que el otro ha estado diciendo). Para poder llevarlo a la práctica, se plantearon varias situaciones en las que había que pensar cuál era el sentimiento que expresa la persona cuándo decía esa frase y utilizar alguna de las respuestas de escucha activa para darle una contestación. Esta fuera una tarea difícil, puesto que no teníamos mucha información sobre el contexto y la situación por la que estaba pasando la persona y, además, algunas resultaban complejas de ser contestadas mediante alguna de las respuestas de este tipo de escucha.
Sin embargo, a pesar de la dificultad que entraña, ha permitido tener un primer contacto sobre la complejidad que tiene dar respuesta mediante la escucha activa. También, ha dado lugar a un escenario en el que me he sentido como una futura orientadora que tenía que guiar a esas personas en la búsqueda compartida de una solución a la problemática planteada. Esto, me ha dado la ocasión de reflexionar sobre la práctica que requiere esta técnica y que es muy útil para cualquier ámbito de la vida, ya que te permite acercarte al individuo que solicita tu ayuda, llegando incluso a sacar emociones que la persona tenía olvidadas y qué son la causa de su situación actual.
En este sentido, destaca la empatía, pues es la capacidad de decir lo que el otro es incapaz de expresar con palabras. Se trata, por tanto, de hacer a la persona consciente de lo que inconsciente, es decir, decir en voz alta aquellos sentimientos que verdaderamente le provocan esa situación y ayudarle a aceptarlos para que pueda seguir hacia delante, pues es en ese momento cuando la persona se acepta a sí misma y concibe que tiene un valor por sí misma.
Para finalizar esta entrada, se muestra a continuación un vídeo que corresponde a una escena de la película "Inside Out" donde se puede ver un ejemplo de la puesta en práctica de la escucha activa:










