La relación de ayuda: el modelo de counseling

Bienvenidos a una nueva entrada del blog "el rincón del orientador". El post de hoy se centrará en presentar la relación de ayuda y, más concretamente el modelo de counseling. Para ello, se expondrá de forma breve algunos aspectos teóricos relevantes para comprender mejor la relación de ayuda, y se proporcionará una simulación de un caso dónde se aplica, mediante la técnica del role-playing.

En primer lugar, el modelo de counseling, es empleado por el profesional de la orientación para realizar una intervención de carácter directa o indirecta con una persona que presenta dificultades en el ámbito personal o académico-profesional, para lo cual se requiere el uso de entrevistas. Algunos autores, como Martínez, Quintanal y Téllez (2002), considera que tiene limitaciones para ser empleado en el contexto educativo, puesto que solo empleando la entrevista hay un gran número de datos que pueden no quedar recogidos y que se deja de lado la labor de los docentes. A pesar de todo ello, se emplea de forma significativa en las escuelas puesto que posibilita tener un contacto directo con la persona a la que se va a ayudar, ya que el objetivo final de este modelo es emplear todos los recursos posibles para que la persona sea capaz de crecer y poco a poco dejar de depender del orientador. Para ello, es necesario saber qué es lo que la persona quiere o necesite, qué recursos se van a utilizar y cómo se van a conseguir las metas marcadas.

En segundo lugar, es necesario tener claro los siguientes aspectos con respecto a la relación ayuda:

No es una relación de ayuda	Es una relación de ayuda
Suministrar información.	Comunicarse con la persona, para sea ella misma quién elabore sus propios recursos y estrategias que le ayuden en su día a día.
Dar consejos, sugerencias o recomendaciones.	Se trata de ayudar a la persona a que se ayude a sí misma.
Influir en las actividades, creencias o conductas de la persona.	La persona tiene que asumir que ella es responsable de su propio cambio.

En este sentido, es importante que el orientador cuándo vaya a establecer relaciones de ayuda, debe tener en cuenta estos factores y ser consciente de que él sólo está para acompañar y que no es la salvación de la otra persona, puesto que ningún individuo es la respuesta a las exigencias de otros. Es importante, que el orientador tenga siempre presente quién es la persona que tiene delante. 

El profesional de la orientación tiene que considerar que ante las diferentes situaciones que se le presenten puede tener diferentes prejuicios, valores o concepciones, por lo que es relevante que sea consciente de qué le provoca cada situación que le llegue para que intente que éstas no influyan mientras esté trabajando en ese caso. Tiene que ser capaz de conseguir cierta objetividad emocional, puesto que en cierto modo es responsable de la felicidad del otro, a través de la empatía, la congruencia y la aceptación positiva e incondicional de la persona que tiene delante.

Una vez expuestas estas ideas, se presenta un caso práctico que se hizo en clase para practicar la relación de ayuda, usando para ello la técnica del role-playing. Concretamente, se trata de un alumno de dieciséis años que ha intentado forzar sexualmente a una compañera de 15. Para la puesta en práctica del caso, un compañero interpretó el papel del alumno y una compañera el de orientador, que simularon la situación a partir de unas indicaciones dadas por la profesora. 

Las conclusiones a las que se llegaron tras la puesta en escena, es que la relación de ayuda es difícil de ser practicada (sobre todo en un situación como la nuestra en la que aún estamos en proceso de formación y no tenemos experiencia suficiente para saber cómo afrontar ante una situación de estas características). Por otra parte, se explicó que lo importante ante este tipo de casos es intentar buscar una cierta normalización, presentarle situaciones espejo (proporcionar casos que le sean cercanos), formular preguntas con la finalidad de comprender a la persona y qué es lo que le ha llevado a esa situación, intentar controlar la comunicación no verbal, conseguir ganarse la confianza del otro y trabajar desde la intimidad de la persona con la que se está tratando.

Como se ha podido observar, la relación de ayuda es de gran relevancia para el trabajo que desempeña el profesional de la orientación, puesto que posibilita entrar en contacto con la persona de una forma plena y no únicamente trabajar el problema concreto que presenta. De lo que se trata, es de comprender que cada persona tiene su propia historia, que es necesario que el profesional que proporciona la ayuda la conozca, ya que es lo que permitirá establecer una relación entre ambos que posibilitará realizar un trabajo de dentro afuera (conocer su historia y a partir de ahí ir trabajando hasta llegar al problema que realmente le ha llevado a hacer una determinada acción o a encontrarse en una situación). Sin embargo, hay que tener en cuenta que es un proceso difícil que requiere la implicación de ambas partes para poder llegar a conseguir esa independencia del paciente hacia el profesional.

Para finalizar esta entrada, se deja un vídeo donde se puede observar un ejemplo de aplicación práctica del modelo counseling para comprenderlo mejor y ayudar al profesional de la orientación a tener un recurso que le sirva de guía para cuándo lo tenga que utilizar:

Referencia bibliográfica

Martínez González, M.C., Quintanal Díaz, J. y Téllez Muñoz, J.A. (2002). La orientación escolar. Fundamentos y desarrollo. Madrid, España: DYKINSON.