Bienvenidos a una entrada más del blog "el rincón del orientador". Hoy, el post se centra en el libro de Viktor E. Frank "El hombre en busca de sentido", para lo cual se proporcionará un resumen sobre él y la relación que tiene con la psicología positiva.
El libro "El hombre en busca de sentido" de Viktor E. Frank, versa sobre su propia historia en los campos de concentración nazi durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), con la finalidad de que el lector llegue a comprender qué es la logoterapia (es la disciplina científica a la que se dedicará el autor del libro después de su liberación).Este manuscrito, está divido en dos partes, la primera se centra en describir las diferentes fases y experiencias por las que pasaba una persona que se encontraba en un campo de concentración, y la segunda trata sobre la vinculación de la logotorapia con esa experiencia vivida.
En cuanto a la primera parte, hay destacar diversas fases:
- Internamiento en el campo: esta era la primer fase y en ella se producía un estado de shock, puesto que habían perdido todo lo que tenían en su vida. Esta etapa también se caracteriza porque es el momento en el que tiene lugar una primer selección, en la que en función de si les decían que se pusieran a la derecha o a la izquierda morirían o vivirían, aunque ellos en ese momento no lo supieran, denominado por Frank como "el primer veredicto sobre nuestra existencia o no existencia". Después, tenía lugar la desinfección, en la cual el autor del libro fue consciente de que tenía que borrar de su conciencia toda su vida anterior, puesto que ya no volvería a ella, y se dio cuenta de que lo único que tenía era su existencia desnuda pues lo único que poseían en ese momento era su propio cuerpo. Posteriormente, tras unos días en el campo aparecían sentimientos como el humor macabro, una fría curiosidad y sorpresa ante el hecho de ver que habían sobrevivido a esa semana.
- La vida en el campo: es la segunda fase y, explica Frank, que en ella aparece la apatía (concebido como un mecanismo de autodefensa) y la repugnancia, puesto que ya no tienen ningún tipo de emociones o sentimientos y observaban sin sentir nada, las escenas que tenían lugar a su alrededor. En esta etapa, destaca el insulto, considerado por Frank una de las cosas más dolorosas que tuvo que soportar durante su estancia en el campo de concentración. Aparece también, la relación entre los sueños y el hambre que tenían, puesto que mientras dormían los prisioneros pensaban en comida, lo cuál era concebido por los psicoanalistas del campo como un estado de regresión, mientras el deseo sexual era inexistente. El autor, resalta también que los únicos temas de conversación, además de la comida, eran la política y la religión. Se producía también una intensificación de la vida interior, pues los prisioneros eran más conscientes de cada pequeño y bello detalle de su vida pasada y presente en esos momentos y se refugiaban en ellos para poder sobrevivir (el propio Frank explica que él pensaba en su mujer e incluso mantenía conversaciones mentales con ella para poder sobrellevar mejor los duros trabajos que tenía que hacer en el campo). Además, tenían la percepción de que eran juguetes del destino y, por tanto, no podían ejercer ningún tipo de control sobre sus vidas, lo que derivaba en un temor a tener que tomar cualquier tipo de decisión (escaparse del campo, seguir viviendo o tirarse contra las vallas electrificadas para suicidarse). A pesar de ello, Frank considera que incluso en los momentos difíciles, como los que él estaba viviendo, el ser humano tenía una pequeña libertad interior (denominada por él libertad espiritual) que le daba la posibilidad de elegir la actitud con la que enfrentarse a esa situación y aquél que no era consciente de esto, y dejaba de cultivar su vida interior, terminaba abandonándose a sí mismo y pereciendo en el campo de concentración. En este sentido Frank (p.81) habla sobre lo necesario que es cambiar la perspectiva que el hombre tiene sobre la vida, pues "(...) en realidad no importa que no esperemos nada de la vida, sino si la vida espera algo de nosotros".
- Después de la liberación: es la tercera fase y en ella Frank explica principalmente la incredulidad que sentían en ese momento al pensar que eran dueños de nuevo de su propia libertad, apareciendo la "despersonalización". El autor consideraba que tenía lugar un peligro, y era el hecho de que muchos consideraron que, tras perder su libertad durante tanto tiempo, tenían la potestad para hacer lo que quisieran sin seguir las normas sociales establecidas.
La segunda parte del libro, centrada en la logoterapia, se encarga de ayudar al hombre a encontrar el significado que tiene su propia existencia. Frank, expone que el ser humano tiene que descubrir el sentido de su propia vida y que tiene que ser capaz de aceptar los momentos de frustración que ésto le pueda generar. El autor señala que, solo aquellos que saben que tienen que hacer aún alguna tarea, son los que sobrevivirán aún en las peores situaciones como fueron los campos de concentración nazis.
Tras, este resumen sobre el libro de Viktor E. Frank, cabe señalar que muchos de los aspectos que él cuenta y analiza en su obra se pueden relacionar con la psicología positiva.
En primer lugar, mencionar que al igual que aparecía en el vídeo que se analizó en entradas anteriores, el ser humano sólo es consciente y disfruta de los pequeños detalles cuándo sabe que ya no puede hacer para continuar con su vida, pues sabe que su hora ha llegado. Sin embargo, esto no debería ser así, es necesario dedicar un tiempo a disfrutar de las pequeñas cosas ya que son las que poseen una mayor belleza y las que tienen muchas cosas que enseñarnos y aportarnos a nuestra vida, pues hasta en esos pequeños momentos que podemos pensar que no tienen ninguna importancia se puede encontrar la felicidad, la cuál nos puede ayudar a superar momentos de gran dificultad. También, como aparecía en el vídeo de psicología positiva sobre el recuento de las cosas positivas que han sucedido en el día, Viktor E. Frank explicaba que hasta lo más pequeños placeres que se podían encontrar en el campo de concentración se podían contar cómo algo positivo.
Otro aspecto relacionado con la psicología positiva, es el hecho de ser conscientes de que como personas tenemos un valor en el mundo en el que vivimos y que tenemos una responsabilidad con las personas que forman parte de él. También tienen valor, los sentimientos que afloran ante las diferentes situaciones a las que nos tenemos que enfrentar y que no siempre se va a poder afrontar de un mundo positivo (como fue el caso de las vivencias de Viktor E. Frank), pero que desde el sentimiento de apatía, indeferencia y objetividad se pueden enfrentar.
Finalmente, es necesario destacar una constante que se repite a lo largo del libro. Ésta es el sentido de la vida y hacia la vida, es decir, la actitud que toma una persona hacia los momentos y situaciones que le han tocado vivir. Viktor E. Frank, explica en relación a esto, la significación que tiene la esperanza en este proceso y, cómo aquellos que la perdieron, terminaron perdiendo la vida en los campos de concentración.
Todo ello, muestra lo importante que es cambiar la percepción que tenemos sobre nuestra propia existencia, que es necesario dedicarnos tiempo a nosotros mismos y a los demás, cambiar nuestra actitud hacia la vida y ser conscientes de que la libertad sobre nuestro mundo interior es algo que jamás nos podrán quitar y que siempre podemos volver a él cuando nos encontremos ante una situación de gran dificultad. Se trata, por tanto, de asumir que la vida merece ser vivida hasta final, a pesar de los obstáculos y dificultades que vayan surgiendo, puesto que como dice Viktor E. Frank si se consigue vivir de esa manera se podrá llegar a encontrar el sentido al sufrimiento que padecemos a lo largo de la misma.
Para finalizar esta entrada quiero mostrar unas fotografías realizadas por mí en el campo de concentración Auschwitz Birkenau, que permiten tomar de conciencia de todo lo descrito, y unas frases del libro que ayudarán al lector a reflexionar sobre todo lo comentado:
- "Uno se convertía literalmente en un número: que estuviera muerto o vivo no importaba, ya que la vida de un "número" era totalmente irrelevante. Y menos aún importaba lo que había tras aquel número y aquella vida: su destino, su historia o el nombre del prisionero" (Viktor E. Frank, 1979, p.60).
- "Conoce el ""porqué de su existencia y podrá soportar casi cualquier "cómo"" (Viktor E. Frank, 1979, p.84).
- "Yo no considero que nosotros inventemos el sentido de nuestra existencia, sino que lo descubrimos" (Viktor E. Frank, 1979, p.102).






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