sábado, 18 de noviembre de 2017

La meditación

La última entrada relacionada con el vídeo "la ciencia de la felicidad: Tal Ben Shahar" es la meditación, acción que forma parte del yoga, que llevo practicando desde hace cuatro años, a raíz de mis problemas de ansiedad.

Lo primero que aprendí practicando la meditación, es que es una parte fundamental en la práctica de la disciplina del yoga, puesto que requiere de una elevada capacidad de concentración por parte de la persona que se encuentra practicándolo, lo que tiene como consecuencia que el sujeto deja de pensar en aquello que le preocupa y se centra en hacer la actividad que se le ha encomendado.

Otro aspecto fundamental en la meditación y, en general en el ejercicio del yoga, que puede ser aplicado a la vida cotidiana es la respiración. Al practicar esta actividad física, fui consciente de los diversos tipo de respiración que hay:

  • Respiración abdominal: consiste en poner una mano en el pecho y otra en el abdomen e ir respirando suavemente por la nariz (dirigiendo el aire al abdomen) y expulsando el aire lentamente por la boca, de tal manera que el diafragma se va deshinchando al mismo tiempo que el pecho se va elevando.
  • Respiración del triángulo: se caracteriza por coger el aire lentamente por la nariz, retener el aire unos segundos y expulsarlo suavemente por la boca.
  • Respiración del triángulo invertido: se caracteriza por coger el aire lentamente por la nariz, expulsarlo suavemente por la boca y permanecer unos segundos con los pulmones vacíos.
  • Respiración del cuadrado: para hacerla, hay que coger aire lentamente por la nariz, retener el aire unos segundos, expulsarlo suavemente por la boca y permanecer unos segundos con los pulmones vacíos.
  • Respiración intercostal: consiste en poner las manos en los costados, lo más cerca posible del pecho. Una vez que se tiene la postura, se realiza una inspiración lenta por la nariz (momento en el que se nota la extensión de los costados) y expulsando el aire suavemente por la boca a la vez que se hace una pequeña presión con las manos en los costados.
  • Respiración nasal: para realizar esta respiración, la persona tiene que permanecer sentada y localizar sus dedos pulgar e índice. Previamente a la acción de inspiración, hay que taparse uno de los orificios nasales con el pulgar, después inspirar por la nariz y, en el momento de la exhalación se tapa la fosa nasal por la que se había introducido el aire.
Todas estas respiraciones se pueden enseñar a los estudiantes, para que las practiquen diez minutos cada día, con la finalidad de que tengan herramientas que les den la posibilidad de relajarse en situaciones de gran estrés, y sin tener que llegar a sufrir episodios de ansiedad como fue mi caso.

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